La Noche Mágica
Hoy es noche de reyes.
Hoy es, en mi memoria, la noche en dónde la magia llega más cerca de la tierra.
Es que, la noche de reyes siempre fue en mi infancia una noche de insomnio, de tratar de expulsar minutosl como si fueran segundos. Y los muy canallas, por el contrario, se tornaban horas. Agradecimiento a mis padres por la experiencia temprana de la magia y la fantasía (que me predispuso para disfrutar de Star Trek entre tantas otras maravillas).
Gracias, papá, a vos que estás viviendo ya en el reino mismo donde se origina la magia.
Gracias, mamá, a vos que todavía alentas aquí.
Gracias porque aquella noche que encontré amontonados los paquetes abajo de una pila de ropa para planchar. Descubrí que la magia era mucho más grande de lo que pensaba. Porque no hay mayor magia que la del silencio cómplice de los padres que recibe la única recompensa del brillo emocionado en los ojos del hijo.
Lo viví como hijo. Lo vivo como padre.
Hoy yo soy un rey mago.
Hoy los zapatitos de mi hijo del medio (3 años) están llenos de esta magia. El más grande aguarda su turno para convertirse en rey mago en algunos años más. La más pequeña aún no sabe reconocer la magia del resto de las cosas.
Que tengas un día lleno de magia, de fantasía y de amor.
Hoy es, en mi memoria, la noche en dónde la magia llega más cerca de la tierra.
Es que, la noche de reyes siempre fue en mi infancia una noche de insomnio, de tratar de expulsar minutosl como si fueran segundos. Y los muy canallas, por el contrario, se tornaban horas. Agradecimiento a mis padres por la experiencia temprana de la magia y la fantasía (que me predispuso para disfrutar de Star Trek entre tantas otras maravillas).
Gracias, papá, a vos que estás viviendo ya en el reino mismo donde se origina la magia.
Gracias, mamá, a vos que todavía alentas aquí.
Gracias porque aquella noche que encontré amontonados los paquetes abajo de una pila de ropa para planchar. Descubrí que la magia era mucho más grande de lo que pensaba. Porque no hay mayor magia que la del silencio cómplice de los padres que recibe la única recompensa del brillo emocionado en los ojos del hijo.
Lo viví como hijo. Lo vivo como padre.
Hoy yo soy un rey mago.
Hoy los zapatitos de mi hijo del medio (3 años) están llenos de esta magia. El más grande aguarda su turno para convertirse en rey mago en algunos años más. La más pequeña aún no sabe reconocer la magia del resto de las cosas.
Que tengas un día lleno de magia, de fantasía y de amor.
1 comentario
Blanca -
Y me quedé sin qué decir.